¿ Es la com-pasión, una virtud pública ?
Sé bien que la palabra compasión despierta en personas feministas y progresistas, cierto malestar. Porque el término suele ir acompañado de imágenes de sacristía, de mantillas negras, de horondos hombres que alargan un brazo en cuyas muñecas luce un reloj de oro mientras depositan monedas en la mano de algún niño desnutrido. Es un término, también, que sugiere la existencia de una virtud individual, normalmente atribuida a las mujeres ( y por lo tanto, socialmente devaluada ) que las ha dotado" naturalmente" de una especial sensibilidad hacia los enfermos, ancianos, desvalidos...Una virtud largamente explotada por nuestro sistema patriarcal que divide la tarea del vivir y sus manifestaciones en dos: para las mujeres todo aquello relacionado con la generación, cuidado y prolongación de la vida biológica y cotidiana. Mientras los grandes asuntos colectivos, las " cosas serias" han estado en manos de poderosos hombres que han determinado el destino del conjunto de la humanidad...
Debemos re- considerar el significado de este término, desembarazarnos del sentido que hasta ahora ha tenido y otorgarle un significado que ponga de manifiesto la necesidad de su presencia en las dinámicas sociales y políticas, de manera que podamos utilizarlo en nuestro lenguaje laico y colectivo. Que obtenga la máxima dignidad pública.
Nos dice Paul Krugman que en Estados Unidos , lo que determina las opciones políticas es una actitud " moral" ( que implica una determinada manera de entender quien es el ser humano y como hay que tratarle...) Y que el pensamiento republicano se identifica con haber abandonado completamente la " compasión" hacia los otros seres humanos . En el mismo sentido hay que interpretar las palabras y acciones de Cameron ante las recientes revueltas producidas en Londres cuando atribuye la violencia a una mala educación, a falta de disciplina, a una falta de responsabilidad individual, sin considerar ni un solo momento el papel que las condiciones sociales pueden estar jugando en dicho malestar.
Co.m-pasión significa sufrir con, lo que, en términos psicológicos vendría a ser "empatizar con"... Y trasladado a lenguaje publico viene a ser este término que tant presente ha estado en la acción colectiva transformadora; es decir " la solidaridad" . Podemos rastrear el camino que lleva desde los sentimientos ( compasión y empatía ) de raíz individual- en la medida que nos afecta personalmente lo que le ocurre a otro ser humano...hasta la solidaridad; esta demanda un intercambio entre personas, una puesta en común de problematicas similares y propuestas de acción para modificar las condiciones que causan sufrimiento. Este camino que hay que recorrer puede confortarnos ante la precariedad de las respuestas individualistas. Puede confortarnos sobre la capacidad humana de pasar de los sentimientos privados a las acciones públicas; la capacidad de insuflar fuerza personal en los asuntos colectivos.; de convertir los sentimientos en posturas morales , en valores políticos . Podemos retomar confianza en la dignidad humana, tan maltrecha en los últimos tiempos por una ideología que ha hecho de la libertad y la responsabilidad individual la excusa para hundir la solidaridad.
La compasión debe saltar los muros de los sentimientos individuales, qee resultan efimeros, y olvidadizos cuado desaparece la imagen directa que los despierta. Y deben convertirse en actitudes estables... Es un camino que tiene consecuencias politicas. Por qué ¿ donde queda la compasión cuando recortamos ayudas a los mas ncesitados ?
Recuperar la compasión y sus derivados sociales es una urgencia politica. Y conformar con ella un solo conglomerado junto a la justcia y los derechos humanos,. Dicho conglomerado debe generar nuevas politicas, con el Ser humano en su cebtro Hay que recorrer el camino que transita del sentimiento ( tan a menudo minusvalorado, interpretado como una debilidad frente al peso de lo razonable, o de la admisión de la fatalidad ( siempre habrá ricos y pobres),...hasta la solidaridad, la propuesta y la acción. Tal vez asi sumando energias vitales, canalizando fuerzas y poniendolas en común podamos recomponer una vida social y politica maltrecha. Tal vez necesitamos incorporar a la vida pública , virtudes que han sido largamente consideradas tan solo s vivencias privadas..
Debemos re- considerar el significado de este término, desembarazarnos del sentido que hasta ahora ha tenido y otorgarle un significado que ponga de manifiesto la necesidad de su presencia en las dinámicas sociales y políticas, de manera que podamos utilizarlo en nuestro lenguaje laico y colectivo. Que obtenga la máxima dignidad pública.
Nos dice Paul Krugman que en Estados Unidos , lo que determina las opciones políticas es una actitud " moral" ( que implica una determinada manera de entender quien es el ser humano y como hay que tratarle...) Y que el pensamiento republicano se identifica con haber abandonado completamente la " compasión" hacia los otros seres humanos . En el mismo sentido hay que interpretar las palabras y acciones de Cameron ante las recientes revueltas producidas en Londres cuando atribuye la violencia a una mala educación, a falta de disciplina, a una falta de responsabilidad individual, sin considerar ni un solo momento el papel que las condiciones sociales pueden estar jugando en dicho malestar.
Co.m-pasión significa sufrir con, lo que, en términos psicológicos vendría a ser "empatizar con"... Y trasladado a lenguaje publico viene a ser este término que tant presente ha estado en la acción colectiva transformadora; es decir " la solidaridad" . Podemos rastrear el camino que lleva desde los sentimientos ( compasión y empatía ) de raíz individual- en la medida que nos afecta personalmente lo que le ocurre a otro ser humano...hasta la solidaridad; esta demanda un intercambio entre personas, una puesta en común de problematicas similares y propuestas de acción para modificar las condiciones que causan sufrimiento. Este camino que hay que recorrer puede confortarnos ante la precariedad de las respuestas individualistas. Puede confortarnos sobre la capacidad humana de pasar de los sentimientos privados a las acciones públicas; la capacidad de insuflar fuerza personal en los asuntos colectivos.; de convertir los sentimientos en posturas morales , en valores políticos . Podemos retomar confianza en la dignidad humana, tan maltrecha en los últimos tiempos por una ideología que ha hecho de la libertad y la responsabilidad individual la excusa para hundir la solidaridad.
La compasión debe saltar los muros de los sentimientos individuales, qee resultan efimeros, y olvidadizos cuado desaparece la imagen directa que los despierta. Y deben convertirse en actitudes estables... Es un camino que tiene consecuencias politicas. Por qué ¿ donde queda la compasión cuando recortamos ayudas a los mas ncesitados ?
Recuperar la compasión y sus derivados sociales es una urgencia politica. Y conformar con ella un solo conglomerado junto a la justcia y los derechos humanos,. Dicho conglomerado debe generar nuevas politicas, con el Ser humano en su cebtro Hay que recorrer el camino que transita del sentimiento ( tan a menudo minusvalorado, interpretado como una debilidad frente al peso de lo razonable, o de la admisión de la fatalidad ( siempre habrá ricos y pobres),...hasta la solidaridad, la propuesta y la acción. Tal vez asi sumando energias vitales, canalizando fuerzas y poniendolas en común podamos recomponer una vida social y politica maltrecha. Tal vez necesitamos incorporar a la vida pública , virtudes que han sido largamente consideradas tan solo s vivencias privadas..
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